La intermediación es un procedimiento voluntario y gratuito para las dos partes, en el que la Administración sirve de canal de comunicación entre ambas, para facilitar que lleguen a un acuerdo que resuelva la reclamación. El plazo máximo será de 90 días.
Cuando el consumidor o la consumidora solicita al Servicio de Consumo su intervención, es necesario que haya reclamado primero a la empresa y que ésta en el plazo máximo de un mes no haya resuelto la reclamación.
No se tramitarán reclamaciones entre profesionales, particulares o en aquellos casos en los que se aprecie muerte, intoxicación, delito o lesiones.