Controlar el estrés es posible y merece la pena; sacar tiempo para sí, descansar, cultivar el optimismo, cuidar las relaciones...
Un poco de estrés sirve para afrontar los retos de la vida. Demasiado es perjudicial.
Son causas de estrés: el tipo de sociedad y entorno en que vivimos, las situaciones difíciles de la vida, el tipo de vida que llevamos, no descargar la tensión física, formas de pensar, sentir y afrontar la vida estresantes, etc.
Hay señales de malestar emocional y de tensión física que nos dicen cómo estamos de estrés.
Algunas alternativas son:
- Afrontar las situaciones difíciles de la vida: mejorar o cambiar alguna parte de ellas, aceptar lo que no se puede cambiar, mirarlas de otra forma...
- Descargar la tensión física: relajación, respiración, masaje o actividades relajantes: pasear, oír música, leer, descansar…
- Mirar las cosas positivamente: intentar ver lo positivo y lo negativo, confiar más, no exigirnos tanto, apreciarnos, mirarnos y mirar la vida con amor y humor...
- Disfrutar cada día: procurar hacer cosas que nos satisfagan, dedicar tiempo a actividades agradables, hacer las cosas sin prisa ni agobio, aprender a decir NO...
- Apoyarse en la gente y no aislarse: contar lo que nos pasa y nuestras emociones a personas de confianza o a quienes ya han pasado por lo mismo, pedir ayuda...
- Cuidar el cuerpo: alimentación sana y ejercicio físico, reducir el café y el té, descansar suficiente (7 a 8 horas por la noche, una pequeña siesta y descansar 5 o 10 minutos de vez en cuando).