3 pasos para resolver conflictos entre consumidores y empresas

Haz una reclamación

Ante cualquier disconformidad debes dirigirte primero ante la propia empresa o profesional para exponer la reclamación e intentar resolver el conflicto. Para ello, hay que presentar una hoja de reclamación en la que es importante que realices una exposición clara de los hechos y concretes tus pretensiones (si son económicas, debes cuantificarlas).

La empresa o profesional deberá facilitarte el canal de reclamación, asegurando que queda constancia de la presentación, e informarte de la posibilidad de resolver una reclamación a través de entidades de resolución de conflictos alternativas a la vía judicial. Pero no tienen la obligación de entregar un modelo concreto de reclamación.

Descargar un modelo de reclamación

Acude al Punto de Información de Consumo

Si la respuesta de la empresa a tu reclamación es negativa o han transcurrido 30 días sin que te hayan contestado a la misma, puedes dirigirte al Punto de Información de Consumo.

Debes presentar la reclamación junto con las copias de los documentos que sirven de prueba: publicidad, factura, ticket, presupuesto, garantía...

Nos pondremos en contacto con la empresa para intentar llegar a un acuerdo entre las partes y satisfacer tus pretensiones. Pero no podemos imponer una solución al conflicto en este proceso.

Realizar una consulta   -   Solicitar intermediación

Arbitraje de consumo o Tribunales de Justicia

Puedes solicitar un arbitraje de consumo si no conseguimos llegar a un acuerdo y la empresa o profesional ha dado su aceptación de resolver el conflicto a través del Sistema Arbitral de Consumo.

Mediante este arbitraje se obtendrá una resolución de carácter vinculante y ejecutivo para las dos partes.

Solicitar arbitraje de consumo

Si la empresa no acepta el arbitraje, tendrás opción de continuar la reclamación en los Tribunales.

 

Ten en cuenta que no se atienden reclamaciones en estos casos:

  • Si el conflicto es entre particulares o profesionales.
  • Situaciones relacionadas con intoxicaciones, lesiones o muertes.
  • Si existen indicios racionales de delito o responsabilidad por daños y perjuicios derivada de ellos.

Ante cualquier disconformidad debes dirigirte primero ante la propia empresa o profesional para exponer la reclamación e intentar resolver el conflicto. Para ello, hay que presentar una hoja de reclamación en la que es importante que realices una exposición clara de los hechos y concretes tus pretensiones (si son económicas, debes cuantificarlas).

La empresa o profesional deberá facilitarte el canal de reclamación, asegurando que queda constancia de la presentación, e informarte de la posibilidad de resolver una reclamación a través de entidades de resolución de conflictos alternativas a la vía judicial. Pero no tienen la obligación de entregar un modelo concreto de reclamación.

Descargar un modelo de reclamación

Si la respuesta de la empresa a tu reclamación es negativa o han transcurrido 30 días sin que te hayan contestado a la misma, puedes dirigirte al Punto de Información de Consumo.

Debes presentar la reclamación junto con las copias de los documentos que sirven de prueba: publicidad, factura, ticket, presupuesto, garantía...

Nos pondremos en contacto con la empresa para intentar llegar a un acuerdo entre las partes y satisfacer tus pretensiones. Pero no podemos imponer una solución al conflicto en este proceso.

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Puedes solicitar un arbitraje de consumo si no conseguimos llegar a un acuerdo y la empresa o profesional ha dado su aceptación de resolver el conflicto a través del Sistema Arbitral de Consumo.

Mediante este arbitraje se obtendrá una resolución de carácter vinculante y ejecutivo para las dos partes.

Solicitar arbitraje de consumo

Si la empresa no acepta el arbitraje, tendrás opción de continuar la reclamación en los Tribunales.

 

Ten en cuenta que no se atienden reclamaciones en estos casos:

  • Si el conflicto es entre particulares o profesionales.
  • Situaciones relacionadas con intoxicaciones, lesiones o muertes.
  • Si existen indicios racionales de delito o responsabilidad por daños y perjuicios derivada de ellos.